Entrevista a Ian Paice en Menorca

Con motivo de la estancia de Ian Paice en su residencia de verano de Menorca, el periódico local le ha hecho una entrevista que podéis leer en Menorca.info:

F. Saborit     Sant Lluís
Ian Paice (Notthingham, 1948) es de esas celebridades que pasa por Menorca discretamente. Es uno de los bateristas más famosos del mundo del rock, miembro de la legendaria banda Deep Purple, y hace más de 30 años que disfruta de periodos de descanso en Menorca, donde ocasionalmente ha participado en ‘jam sessions’ en el restaurante Son Ganxo y en el Casino de Sant Climent.

Compró su villa en la costa de Sant Lluís a comienzos de los 70, justo cuando salía al mercado uno de los discos más exitosos de la formación, el “Made in Japan”, el álbum en vivo que recoge la gira Machine Head.

Con la indumentaria típica de un turista más, su gorra calada y gafas de sol, Paice llega a la entrevista con retraso, porque ha ido antes a comprar pescado fresco, uno de sus platos favoritos cuando reside en la Isla. Se disculpa varias veces por el despiste y, antes de comenzar la entrevista, dedica amablemente un autógrafo a un adolescente. Paice firma sobre el viejo vinilo que contiene la canción “Smoke on the water”.

¿Cuántas veces habrá llegado a tocar ese tema?
Miles y miles, y espero seguir tocándolo muchas veces más.

Acaba de firmar un autógrafo a un chico adolescente, la música de Deep Purple ha roto la barrera generacional, ¿cómo se siente?
Me hace muy feliz, pero creo que ocurre con muchos artistas de mi generación. El tiempo en el que se creó Deep Purple creo que fue un momento mágico. Por alguna razón, los discos que grabamos nosotros, Led Zeppelin o The Rolling Stones tienen una humanidad que conecta con cualquier generación. Si te gusta ese tipo de música puedes sentir que es real, que había personas creando la música y no máquinas, y no importa que sean canciones de hace 30 o 40 años.

¿Había más creatividad?
La música de los 60 y de los 70 tiene ese toque humano, puede que no sea perfecta, pero tenía honestidad. No era algo producido sólo para hacer dinero, y eso conecta con mucha gente, que aprecia esa genialidad.

¿Y Deep Purple sigue en la carretera, ofreciendo conciertos?
Tenemos una pequeña gira en Italia en diciembre, y yo voy también a realizar algunos seminarios allí, con bandas locales. Lo que pasa es que tenemos momentos de trabajo muy duro, pero también otros en los que paramos, y es muy fácil en ese tiempo perder el pequeño porcentaje que te hace diferente al tocar el instrumento. No se trata de practicar, sino de tocar delante de la gente, porque lo haces con diferente intensidad y concentración. Hay grandes músicos ahí fuera y no se trata de ser mejor, sino de ser distinto, hay que tocar para no dejar de ser lo que eres.

La formación ha cambiado en diferentes ocasiones y usted ha permanecido siempre. ¿Se mantiene la autenticidad púrpura?
Sí, el espíritu de la banda sigue siendo el mismo. Si continúan la mayoría de los miembros originales, y se mantiene especialmente la voz, es suficiente, el grupo suena como la gente espera.

Después de “Rapture of the Deep” ¿preparan un nuevo trabajo?
Sólo puedo decir que probablemente empezaremos a trabajar en ello después de Navidad. La compañía discográfica nos los ha pedido y los fans lo esperan. Nos tomaremos un descanso en las giras y nos reuniremos en invierno, pero nunca puedes garantizarlo con la música. Tienes que crear algo de la nada y ver cómo suena, si es bueno o no, porque no todo lo que haces es fantástico.

¿Dónde se reunirán?
Probablemente en algún lugar cálido, quizás Florida, donde podamos disfrutar, porque será un descanso del trabajo de los conciertos, y no tendría sentido encontrarnos en algún sitio rodeados por la nieve.

¿Alguna vez ha pensado en dar un concierto en Menorca?
Sí, ha pasado por mi cabeza algunas veces, pero tendría que ser algo como una escapada de un largo fin de semana, algo diferente, además del concierto, y requeriría implicar a mucha gente. Necesitas aviones, apoyo de las autoridades, porque tendríamos que atraer a unas 20.000 personas. Habría menorquines que vendrían al concierto pero no serían suficientes para que funcionara. Desde luego, lo he pensado, no es imposible pero implicaría mucho trabajo y a mucha gente.

¿Qué edad tenía cuando se unió a Deep Purple?
Diecinueve años.

Ha debido cambiar mucho el mundo del rock, ¿qué recuerdos guarda de aquella época dorada?
Cuando miro hacia atrás, veo fotografías mías o grabaciones con 19, 20 y 21 años, sé que lo hice, que soy yo, pero la persona que era, cuando era un chaval, es tan diferente a la de ahora. Es difícil de explicar, lo que es realidad para los fans, para mí a lo mejor fueron sólo diez minutos de mi vida y acabaron, se han ido.

Recuerdas los grandes ‘hits’ y las canciones con las que realmente disfrutaste.
Lo que recuerdo de aquella época es que fui muy feliz, que tocaba bien y que con lo que hice proporcioné una buena vida a mi familia.

¿Un rockero no se retira?
¿De qué te vas a retirar? Si es tu hobby, es un trabajo que amas, empiezas cuando eres un crío, con la batería o la guitarra, porque te diviertes, y si tienes suerte se convierte en un negocio, pero sigues divirtiéndote. Si eres un artista o un músico no te retiras, nunca te retiras de las cosas que te gusta hacer. Si estás en forma y la gente te quiere escuchar es algo fantástico.

¿Por qué vuelven las viejas bandas de rock, qué las hace diferentes?
Lo que tenemos, que otras generaciones posteriores no han tenido, es la libertad de crear música por diversión y no sólo por el negocio. Cuando comenzamos la industria discográfica era tan enorme, masiva y generaba tanto dinero, y la razón era que los músicos estaban bajo control y la gente que dirigía las discográficas, chicos muy listos, entendieron eso, y dejaban a los músicos hacer lo que querían. Por eso tenías a Jimi Hendrix, a Deep Purple, a Led Zeppelin o The Who. El concepto de ‘hit’ no era importante para ellos, no trataban de hacer piezas para la radio, hacían lo que ellos creían que tenían que hacer, y las compañías vieron que era comercial e hicieron mucho dinero.

¿Por qué cambió?
Porque al final de los 70 y en los 80 un montón de tíos con traje, intentando hacer dinero, empezaron a crear bandas que intentaban copiar lo que se había hecho desde el corazón pero haciéndolo con una mente de negocios, y eso no funciona, ¿sabes? Pensaban “ese disco fue un éxito, éste suena parecido, también lo será” pero no funciona así. Tú decides lo que es un ‘hit’, todo el mundo ahí fuera lo decide, no nosotros, nosotros sólo escribimos música. Y cuando la gente no tiene un entendimiento artístico de por qué esto ocurre, y empieza a crear arte por dinero, en lugar de crearlo desde el corazón, tienes un gran problema. Y parece que la industria discográfica ha ido cayendo en picado hasta el punto de dejar de ser una industria importante.

¿Qué consejo da a los jóvenes fans que quieren seguir sus pasos?
En términos muy simples, que nunca olviden por qué empezaron a tocar, empezaron porque les hacía felices. Ignorad lo que digan los demás, haced lo que os divierte, con amigos, con una pequeña banda, lo que sea, eso es el éxito. Porque si tienes eso, tienes algo que un 99 por ciento de la gente no tiene, la habilidad de dejar que tus emociones y tu creatividad se vuelvan algo real. Y si tienes realmente mucha suerte y tienes el talento, se convierte en tu negocio y tu carrera, pero si no, aún puedes ir con tus amigos a tocar, en un pequeño bar, y divertirte y ser feliz, es algo fantástico ser capaz de hacer eso, mucha gente no puede.

¿Qué le hizo recalar en Menorca, en medio de la vorágine del rock?
Vinimos por primera vez en 1971 o 1972 por un negocio inmobiliario que después no salió, pero nos llevó a comprar una casa aquí. Después, como muchas otras personas, nos enamoramos de la Isla. Sé que si vives aquí, ésta es tu realidad, pero para nosotros es un lugar especial para escapar de la nuestra.

Deep Purple está actualmente formado por Ian Paice, Don Airey, Ian Gillan, Roger Glover y Steve Morse.